jueves, 14 de noviembre de 2013

Junqueradas 1

No se si echarme a reír o llorar desconsoladamente por las recientes declaraciones del inefable, del que no dudo en calificar de líder del nacionalismo arraigado en lo más profundo del cerebro vegetativo.
Se va a Europa y dice, hablando en plata, dos boutades ninguna de las cuales tiene desperdicio: primera; remedando al quinto de reemplazo, “Para que se fastidie mi comandante, ahora no como” que mas o menos es la versión junqueriana: ya que el ministro de Hacienda, el Sr Montoro, ha tenido la ocurrencia de decir, sin duda para hacer un poco la pelota a los políticos catalanes que Cataluña nos iba a sacar de la crisis ahora vamos a hundir Cataluña para que eso no pueda suceder. En segundo lugar; ha enviado un aviso a navegantes, oportunistas, liquidadores de fracasos comerciales y otras gentes de mal vivir y les ha dicho que se pongan en la parrilla de salida porque cuando se produzca la secesión los primeros serán los mejor clasificados en la distribución de premios.
Visto lo visto propongo modificar el régimen democrático en el sentido de exigir para ser político, es decir votante pasivo, unos conocimientos mínimos de funcionamiento de una sociedad que se tiene como tal porque personajes como este han hundido al país periódicamente y España ha demostrado que puede renacer de sus cenizas muchas más veces que el ave Fénix aunque no fuera ave sino  gato. Es un país fuerte pero al final tanto tentar la suerte puede resultar mal que ya lo dice el refrán, con las cosas de comer no se juega y sobre todo Sr. Junqueras, no sea tan visceral y plantéese que si para hundir España hay que hundir primero a Cataluña a lo mejor es que en su subconsciente odia a ambos territorios.