viernes, 19 de octubre de 2012

Carta al Sr. Puig

Legalidad jurídica versus legalidad democrática
Veamos la primera manipulación: legalidad por definición es lo que determina la ley, es decir lo legal. Así por definición, lo jurídico es lo legal y no hay más legalidad que la jurídica. Si esa ley ha sido democrática, como lo es la Constitución no hay más legalidad que lo que ella establece que es la legalidad democrática.
Supongamos que las sutilezas lingüísticas no son su fuerte, Sr. Puig y en lugar de legalidad hablara de legitimidad, expresión más cercana a lo ético que a lo jurídico y por tanto admite una mayor elasticidad al lenguaje político y por tanto la frase quedaría como sigue: …legitimidad jurídica frente a legitimidad democrática. Se refiere a la duda sobre lo que debe prevalecer en términos éticos y entonces abrimos la caja de Pandora. Da a entender que la legitimidad constitucional no existe cuando su legitimidad, la surgida de un hipotético referéndum limitado a Cataluña, es la verdadera e indiscutible. Ya vemos que algo hay que chirría pero sigamos su proceso ¿mental?
Si esto es así deberá admitir otras posibles legitimidades porque ¿no es legítimo que una población, un barrio de una ciudad o una familia determinada se pronuncien a favor o en contra? ¿Es el límite fronterizo con Aragón y Valencia una valla que separa dos tipos de población tan diversa? ¿No tiene en cuenta las discusiones habidas cuando en el siglo XIX se hicieron las delimitaciones provinciales? ¿Por qué no entran en el presunto referéndum las poblaciones de la Denominada Catalunya Nord a la que tanto subvencionan y aluden en sus reivindicaciones? Podríamos por esta vía discutir, dialogar o como quiera denominarlo y no llegaríamos a ninguna conclusión ni límite. La historia está repleta de estas ideas supuestamente legítimas que terminaron indefectiblemente en el sometimiento del más débil, sometimiento llegando al genocidio y en los que se puede observar un mayor encarnizamiento cuanto menor es el grupo que intenta imponerlo y cuanto menor es la diferencia entre el que intenta someter y el que se resiste a tal sistema. Ejemplos: ¿los quiere recientes? Ruanda, ¿más cercanos? Bosnia, ¿más cercanos? Nuestra guerra civil, ¿en el siglo XIX? Las guerras carlistas, ¿por un pueblo superior? La 2ª Guerra mundial, ¿por diferencias religiosas? La independencia de India…
La identidad de un pueblo, (un concepto muy socorrido políticamente pero prácticamente en desuso en las naciones civilizadas), concebido en la etapa romántica en el XIX se abandonó visto el desastre que ocasionó la Segunda Guerra Mundial. Hoy tal identidad se vive como un sentimiento, como una religión y por tanto es una opción individual, íntima y respetable. La nacionalidad es en cambio una denominación administrativa. El territorio no determina y no debe determinar como debe sentirse una persona.
Finalmente, le ruego que no siga por este camino porque podría convertirse, aún sin desearlo Vd. mismo como así espero que se sienta, en un nuevo Milosevic arrastrado por una idea afortunadamente ya obsoleta.

2 comentarios:

  1. Las leyes, las hacen los hombres, y los humanos se equivocan.En conclusión, cuando una ley no es justa o equitativa, HAY QUE MODIFICARLA O SALTARSELA.
    Cuando se redactó la Constitución Española de 1978, con los militares "ojo avisor" se pusieron una serie de barreras que no se adecuaban en absoluto a los Estatutos Basco y Catalán.En estos 34 años no se ha intentado por parte de los partidos políticos, ni tan siquiera intentar buscarle una solución, y el problema lo tenemos ahí.Está claro, que en la "herencia de las dictaduras", cuando éstas aflojan un poco la cuerda, pero no del todo,los que negocian ya lo tienen bien, y más si los untaron,como se hizo,con un buen retiro.

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    1. No estoy de acuerdo con muchas cosas. 1º Por Historia, hay dos formas de establecer el Derecho, seguir lo establecido y estamos en un Estado de derecho o cambiarlo a la brava, es la revolución. Ambas están históricamente realizadas. No hay más. 2º Cuando se creó la Constitución aún no existían ni los estatutos ni nada parecido y era perfectamente democrática por tanto lo democrático es acatarla o cambiarla según la ley. Queda lo dicho respecto a la revolución. Pero la revolución siempre la hacen las minorías y para imponerse una minoría siempre históricamente lo han hecho con violencia (revolución francesa, inglesa, nazismo, etc.) ¿Estamos dispuestos?

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