viernes, 7 de marzo de 2014

Crimea Ucrania

Crimea,Ucrania: No vamos a entrar en polémicas, sólo hechos históricos que justifican un replanteamiento del status quo. Allá por el siglo XV, ni existía Rusia ni Ucrania ni nada parecido. El núcleo sobre el cual cristalizó la futura Rusia fue Kiev precisamente. No existía el concepto de capitalidad por aquél entonces y precisamente por su embrionario concepto pasó a Vládimir y posteriormente a Moscú. Rusia entró en la historia de la civilización un poco tarde pero con una energía sorprendente, con una tenacidad proverbial arrancó a lo largo de los siglos de manos turcas gran parte de lo que hoy son estados como Ucrania, convirtiendo el Mar Negro en un mar ampliamente ruso. El pueblo ruso, probablemente el más esclavizado de la historia y por el régimen imperial con el que siempre se había regido era absolutista y centralista por lo que la cultura rusa se fue forjando en parte copiando a Occidente al principio hasta encontrar su originalidad pero siempre teniendo en cuenta la uniformidad de los habitantes que sufrían el yugo imperial. Ese yugo imperial fue sustituido por otro no menos uniformizador, el yugo comunista pero en esencia la idea fue la misma, uniformizar vida y milagros de sus habitantes a lo largo del estado más extenso del mundo conocido.
Culturalmente uniforme y bajo un mismo poder político enraizado desde tiempo inmemorial, crea unos lazos intangibles pero tan fuertes que no se pueden romper sin consecuencias dramáticas. No fue necesario un economista occidental como Adam Smith que abogara por la riqueza de las naciones distribuyendo la fuerza creadora allí donde se podía hacer de forma más económica. Rusia disponía literalmente de medio mundo y podía presumir de autocracia hasta al menos la Segunda Guerra Mundial. Si el gas es de los Urales, el trigo es ucraniano y las fábricas siberianas. Tanto es así que no ha tenido que recurrir hasta hace poco a vender en el exterior. Que el progreso a partir de 1945 ha ido acelerando hasta sobrepasar su capacidad creadora, es indudable. El ejemplo más evidente de la decadencia es haber tenido un presidente como Yeltsin, causa de lo que acontece ahora. Se dice que se tiene el sistema político que se merece, es cuanto menos discutible pero es la parte visible de la descomposición por implosión de la antigua URSS. Yeltsin, la mafia rusa, creada por generación espontánea y los nuevos ricos que se comportan exactamente como tales son las lacras de la descomposición. No sabemos pero intuimos que esa descomposición no fue evolutiva sino provocada pero eso es harina de otro costal. Se intuye por lo sucedido, de la antigua URSS aparecen quince entidades nacionales de las cuales, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia, nadie en Occidente tenía noticia de su entidad más allá de su existencia administrativa y algunos bailes regionales. Se entregan unos territorios a los boyardos locales tan a ciegas que la flota rusa del Mar Negro está en Sebastopol (Crimea) que por gracia estalinista le cuadró más ucraniana que rusa, total estas “fronteras” eran puramente administrativas y por tanto a Stalin no le importaba. Pero cuando llega la implosión y el desorden se olvidan de la flota pensando que seguirán siendo rusas toda la vida. ¡En este mundo no hay nada eterno! Ha llegado el momento de plantear el problema y de ninguna manera Rusia puede permitirse el lujo de perder Crimea y Sebastopol, es simple cuestión de supervivencia. ¿Recuerdan la absurda guerra de Crimea entre Rusia Francia y Gran Bretaña? Ya entonces Rusia tuvo que apostar fuerte para mantener esa posición estratégica. Un aparte, ¿Alguien puede explicarme el ansia imperialista de la Unión Europea? Parece que la adhesión a los tratados está de oferta, ¡con lo que nos costó a los españoles que nos admitieran! Que tuvimos que tener un intento de remake de Franco para acelerarlo y pocos años más tarde todos los satélites de la antigua URSS entran por la patilla, curioso ¿no? Así pues tenemos un estado fallido en el que se ha implantado la democracia y al ser fallido han tenido su “revolución naranja”, se han depuesto mandatarios por la cara, se ha armado la marimorena y perdón por el tono de guasa porque hay muertos de por medio, pero las revoluciones es lo que tienen, y la democracia desaparece, avalada por Occidente, nombrándose en la calle un nuevo primer ministro. ¿No tienen un cierto olor a podrido? Pues a mi me suena como ha sido toda la vida ¿No recuerdan lo sucedido en América Latina? Pero ahora la apuesta es muy fuerte, Putin ha devuelto el orgullo nacional perdido a Rusia, no puede ni debe como ruso dejar perder Crimea. Que no nos ciegue el ansia de morder a Rusia que se ha intentado muchas veces y no se ha podido conseguir pero además cada vez que se ha intentado ha costado más vidas que no eran precisamente de políticos. Si por locura colectiva se han roto los lazos que unían históricamente, sentimentalmente, económicamente e incluso lingüísticamente a pesar de forzar hasta lo ridículo las diferencias entre el ucraniano y el ruso, repito si se han roto que los zurzan que es lo más conveniente para ellos y mirado egoístamente para nosotros.

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