martes, 29 de mayo de 2012

Sr. Mindundi: Hablemos de Historia

Resumida por supuesto. El hombre…mal empezamos ¿y de las mujeres qué? me dirá Vd.. Utilizamos la palabra hombre por un consenso establecido muchos siglos atrás y en muchas civilizaciones no conectadas entre sí pero si no es políticamente correcto diremos la persona humana, bueno… para simplificar, el ser humano, bueno…las personas, todo antes que ir repitiendo permanentemente el hombre y la mujer que es la cantinela cansina del demagogo poco inspirado por excelencia.

Como íbamos diciendo, las personas cuando llegaron a serlo, se organizaron como clanes que al igual que ocurre con otras especies animales, cuando la presión demográfica aprieta, tienen que extenderse como mancha de aceite. Como que la vida era dura, recolectar y cazar no daba para mantener manos ociosas y todo lo más, el más hábil dirigía donde y cuando ejercer tales tareas.
Mientras hubo tierra suficiente cada nuevo clan  tomaba posesión  de nuevos territorios y las disputas, que probablemente las habría, serían mínimas. Cuando ya la expansión no fue posible aumentó la beligerancia, no había tecnología más allá de la ley del más fuerte y tuvieron que seguir la ley natural. Dejando aparte el mito de las amazonas, los que caían en combate eran en su gran mayoría hombres por lo que la reproducción prácticamente seguía su curso. Recordemos el rapto de las sabinas.
Se fue haciendo necesaria la distribución del trabajo y aparecieron los oficios por lo cual, el de guerrero pasó a ser de gran aprecio por la comunidad y aparecieron los abusos internos y externos. Recordemos que hasta Napoleón no existía la intendencia militar por ello tales guerreros debían mantenerse por el pillaje y el botín. Un inciso, ¿Será que por eso que a las personas nos generan cierto desasosiego los uniformes? Sigamos. El clan como tal ya había dejado de existir dando paso a comunidades mayores uno de cuyos vínculos era el religioso que apareció como apoyo al poder terrenal y como respuesta al misterio de la muerte y a la necesidad de crear algo así como el gran hermano que vigila aún cuando no esté presente el jefe.
Mire por donde, Sr. Mindundi, tenemos dos grupos que necesariamente deben abandonar los trabajos necesarios para autoalimentarse y por tanto pasar a la cuenta del debe de la comunidad. Al hacerse la sociedad más compleja va cargándose el sistema productivo a favor de la cartera de servicios. Deténgase, Sr. Mindundi, a pensar lo que hoy sucede en este sentido.
La complejidad social en aumento, obliga  a una estructuración, vamos, a una jerarquía aunque es palabra no actual en el lenguaje (mejor sería hablar de consenso, transversalidad, igualitarismo pero son eufemismos para negar la evidencia). Esa jerarquía se estableció por orden hereditario en la gran mayoría de sociedades (Francia, España, Reino Unido) que evolucionaron mejor frente a aquellas en que el jerarca era elegido por un cuerpo de electores (visigodos, Polonia etc.) ya que al menos las luchas internas por la sucesión casi fueron exorcizadas.
A medida que la sociedad se hacía más compleja dos fenómenos aparecen: primero la necesidad de agruparse para, en lenguaje actual, tener una mayor masa crítica y por tanto disponer de mayor autosuficiencia y menor dependencia del exterior, las fronteras cada vez están más definidas y segundo, una burocracia estructurada para dirigir y controlar paisaje y paisanaje.
Ya podemos hablar de monarcas centrales (reyes o emperadores) frente a jerarcas locales que sometían a la población cercana (condes o maharajás). Las leyes van haciéndose más generales y su aplicación más real.
Pero Sr. Mindundi, la evolución social hizo que algunos personajes lograran, o por méritos propios o acumulando capital, difuminar los límites de clase y estos nuevos personajes reclamaron su cuota de poder. El ejemplo clásico es la revolución francesa, el pueblo, el tercer estado, se rebela frente a los excesos de los otros dos, nobleza y clero. Este ensayo revolucionario fracasó y los mindundi de entonces pagaron los platos rotos aunque sembraron para las generaciones posteriores los principios de respeto al ser humano.
El poder civil deja de ser hereditario pero no el poder económico que va actualizándose. ¿Cómo se actualiza? Muy simple, el trabajo genera riqueza y progreso pero requiere de inversiones. Para que existan estas inversiones previas debe haberse acumulado riqueza que hubiera podido hacerse de dos formas, por parte del trabajador en pequeñas cantidades o lo que al fin ha sido, detrayendo por el patrono cantidades del salario de sus trabajadores.
Una ley económica deducida de la realidad vital es que a menores ingresos menor es la tendencia al ahorro. Sí Sr. Mindundi y es lógica, la proporción entre el valor de las necesidades humanas en relación al salario, es mayor cuanto más bajo es este y por tanto hay menor capacidad de ahorro. Compruébelo Vd. mismo mirando alrededor hoy, no hablemos ya del siglo XIX o principios del XX, cuando los salarios apenas alcanzaban para el sostén físico.  Hoy muchos salarios darían para un modesto ahorro que acumulado sumarían un gran capital pero total… por una pequeña cantidad, nos damos un homenaje y lo comido por lo servido.
Probablemente los patronos no partían de este principio de ahorro, claro que no y no lo intentaron, cortaron por la tangente y directamente detrajeron una parte mayor o menor dependiendo de la mayor o menor necesidad del salario por parte de los trabajadores. La acumulación de capital no ha hecho más que crecer. Quizá la experiencia de los primeros,( los Fugger y Welser alemanes o los Spínola genoveses se arruinaron a pesar de las grandes concesiones que a cambio de sus préstamos, les otorgaron Carlos I y Felipe II) hizo recapacitar a los incipientes capitalistas y esperaron el momento oportuno. Este llegó con la revolución francesa. El poder político a partir de ella tiene que coexistir con el poder económico.
¿No le parece Sr. Mindundi que los pequeños, digamos diminutos países de Europa (Luxemburgo, Mónaco, Lichtenstein, Andorra) son un anacronismo?. ¿No se pregunta Vd. Sr. Mindundi como han podido sobrevivir a tantos avatares históricos? ¿Puede encontrar alguna explicación razonable? ¿Podría ser un lugar cercano para refugiarse en caso de…peligro? Piénselo.
El aherrojamiento del asalariado llega a límites intolerables. Aparecen teóricos (Marx y Engels). Otros más osados, intentan llevar a la práctica un reparto más equitativo (Owen en EEUU con su New Harmony o Fourier con sus falansterios) pero fracasan estrepitosamente como también fracasó el intento más cercano a nuestros días, el caso de Allende en Chile. La causa o causas de tales fracasos son múltiples pero unas son externas (presión política, económica y/o militar) pero otras internas entre las cuales la naturaleza humana (envidias, intentos de apropiación) tuvieron su papel. Finalmente la organización obrera (Internacionales socialistas, sindicatos, pistolerismo) culmina con la dictadura del proletariado en Rusia. Por fin hay un nuevo modelo de organización social, hay una competencia en la aplicación de la política de estado.
 Tenemos, o mejor teníamos, dos modelos para encauzar la actividad política, uno basado en la iniciativa privada y otro en el que la iniciativa correspondía al Estado. Desde hace poco el modelo chino se ha demostrado económicamente un éxito, aunque tiene gran parecido con el siglo XIX europeo, en él la acumulación por detracción al asalariado procede del partido comunista en el gobierno. Lo cual demuestra que se genera un gran capital, un enorme capital en este caso, detrayendo un poco, o un mucho, de los salarios productivos.
Bueno, Sr Mindundi para ser más exactos hay tres modelos: el de EEUU, capitalista puro; el europeo, con más contenido social pero de corte capitalista con injerencia política y el extinto régimen soviético cuyo protagonismo correspondía al partido y su prolongación el Estado. El caso chino es un régimen capitalista puro, purísimo.
Sobre el régimen capitalista puro, con mínima presencia del Estado en los EEUU poco se puede decir. Solo que logró la implosión del régimen soviético. ¿Cómo lo consiguió? Porque suponemos Sr. Mindundi que no creerá que se hundió solo, aunque así lo parezca. En política no hay casualidades. La carrera armamentística, el consumismo occidental que deslumbra, la guerra de desgaste en Afganistán, probablemente consiguieron, junto a la llegada de un Sr. Mindundi a la presidencia de la URSS  y a la de un zancadilleador impresentable a la presidencia de Rusia, desmantelar setenta años de ejercicio comunista. ¿Coincidencia fatal? Recuerde Sr. Mindundi, en política no hay casualidades. Desde luego no hay que negar la capacidad del régimen capitalista para generar riqueza. Hoy por hoy es el triunfador. La otra cara de la moneda es que el asalariado tiene que mantener un nivel de actualización permanente y le es imposible parar o frenar, la bicicleta se cae. Piénselo Sr. Mindundi. Hace mucho frío en la libertad absoluta.
Hablemos del régimen soviético. Durante los primeros años de su implantación se lograron avances sociales muy importantes, nunca vistos en tierra rusa. Los planes quinquenales fueron un éxito. El desarrollo transversal, cultura, técnica, social y económicamente es indudable. Pero la moneda tiene dos caras. La dictadura requiere menos políticos y más entregados, por tanto la disidencia no es contemplada y la muerte o el gulag es el precio de la disidencia derrotada. Por otra parte la mayor eficiencia en la producción (producción según lo planificado, escasas variaciones de producto), menor despilfarro (considere Sr. Mindundi la cantidad de sobreproducción de coches por los infinitos modelos existentes, los excedentes no vendidos de los supermercados, los gastos de publicidad etc.) se veían contrarrestadas o superadas por la escasa iniciativa individual, la falta de motivación (iguales ingresos para actividades desiguales) e incluso la desidia cuando la sombra del gulag menguó.
Por la cercanía física del modelo soviético y la historia acumulada, Europa tomó un modelo intermedio. Se tomó en consideración la protección social al tiempo que el capital se sometía al poder político quedando el Estado como vigilante de ese delicado equilibrio. Como todo equilibrio puede desajustarse, se desajustó y el poder político se hizo hegemónico supeditando al poder económico. La consecuencia: el partido nacionalsocialista estuvo en un tris de hacerse con Europa occidental. Solo la conjunción de los otros sistemas económicos pudieron liberarlo. En estos momentos críticos el poder económico ¿Está en la misma tesitura? ¿No se parece a lo sucedido en 1939? ¿Será posible la convivencia de poder político y económico? Piénselo Sr. Mindundi.
Después de la 2ª Guerra Mundial, la guerra fría mantuvo ese equilibrio de poderes, el capitalismo sin tapujos, el comunismo y el modelo europeo con un ojo puesto en la cercana URSS. Pero como decíamos antes, la implosión de la URSS y el hundimiento del régimen comunista (no había aparecido aún en el escenario internacional económico China, ya hablaremos de ella) en 1991 marca un hito importante.
Piense Sr. Mindundi en estos veinte años, han sucedido muchas cosas, quizá más que en los cinco últimos siglos. ¿Será casual? Países que apenas se sabe marcar en el mapa, Taiwan, Malaysia, Singapur,  presentan aparatos de tecnología puntera que hunden la fabricación en Europa. Se llama deslocalización, un capital monta con tecnología occidental ordenadores y otros productos envidiables y muy vendibles en Occidente a un precio razonable pero Sr. Mindundi Vd., y nosotros por supuesto como mindundis que somos, adquirimos esos productos sin pensar, sin saber o… sabiendo y pensando pero sin importarnos su origen, simplemente porque son asequibles. Nosotros, mindundis del mundo por fin aún siendo asalariados no nos resistimos a estar en la cúspide de la tecnología. Bueno… estar lo que se dice estar, no estamos, ni Vd. ni yo Sr. Mindundi, somos por definición mindundis y simplemente tocamos unos botones que otros seres han programado para nosotros. De hecho no tenemos ni idea de cómo funcionan pero aumenta y refuerzan nuestro ego. En lugar de pensar en nuestra íntima ignorancia lo que significa en realidad aquel artefacto, lo manejamos con orgullo y sin intimidad. Por cierto que muchos de los programadores son de “países emergentes” porque Sr. Mindundi ahora el Tercer mundo, la afortunada denominación de Sauvy para los desamparados, se divide en emergentes y definitivamente hundidos.
Pues como decíamos Sr. Mindundi, los aparatos que fabricaban Taiwan, Malaysia, Singapur y que ahora fabrican en China, a mucha mayor escala, y programan los indios hindúes, los cuales  compramos con fruición los mindundis occidentales, están fabricados por gente que no tiene Seguridad social (ni pensiones, ni sanidad). Lo que a Vd. le retienen por este concepto es el 30% de su sueldo. Esta gente tampoco dispone de un espacio vital propio ya que su sueldo es algo más que para un cuenco de arroz pelado y mondado, a Vd. su sueldo le llega a algo más o le llegaba por lo menos, no lo niegue.
Sr. Mindundi, ¿No ve que es Vd. mismo el que compra la cuerda para ahorcarse? ¿No ve que ahí está el núcleo de la crisis que le asfixia? ¿Por qué cae en la trampa? ¿Por qué en lugar de pensar donde reside su poder, consumir, no se dirige a los poderes públicos exigiendo que lo que se exponga a la venta esté fabricado por personas y no por esclavos? ¿Por qué mientras tanto no deja de consumir esos productos?
¿Tiene claro el cambio habido desde la caída de la URSS en 1991? Se fue un modelo económico diferente, se hundió. Ya no hay competencia económico social, no hay otro modelo. Mejor dicho, sí lo hay, el chino y estoy viendo que a Vd. Sr. Mindundi se le están achicando los ojos.

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