lunes, 27 de febrero de 2017

Catalanes, no os perdáis




Una patria que nace de una fabulación romántica, tanto que en Europa ya estaban de vuelta cuando se planteó la posibilidad nacionalista catalana.

Una patria que nace con una riqueza relativa porque carece de recursos como el resto de España que a lo largo del XIX procura equilibrar su comercio exterior entre el liberalismo conveniente a Castilla y el proteccionismo conveniente a Cataluña con su industria incipiente.

Una patria que entregó voluntariamente la vida de muchos de sus hijos en la guerra de África con el general Prim a la cabeza de los voluntarios catalanes. Por cierto con una general Prim que intervino muy acertadamente en la política española.

Una patria cuyos hijos emprendedores y una legislación favorable que creaba al hereu como esclavo y señor al mismo tiempo ya que debía hacerse cargo de la familia y de sus posesiones. Una legislación que hoy veríamos como moralmente reprobable pero que facilitó la existencia de segundones con recursos económicos procedentes de negociaciones con el hereu. Esos recursos económicos en metálico se emplearon por esos segundones en montar la industria textil catalana que pronto necesitó de más mano de obra que no dudó en reclutar en la España más pobre que no la menos rica.

Una patria que exportó a esos mismos segundones a tierras americanas donde la semilla de su iniciativa y la legislación española favorable hizo posible entre otras cosas una burguesía que creó el Ensanche barcelonés.

Una patria que quiere crearse sobre falsedades y ocultaciones, sobre subvenciones y sobornos, sobre “historiadores” clasificables en dos grupos, de pesebre o mesiánicos que olvidan que el origen y desarrollo del progreso catalán se debe precisamente a la colaboración de todos los españoles.

Una patria creada por y para los políticos para que puedan en ese futura Arcadia feliz gobernar los 29 Vidal sobre los 135 García sin interferencias de “Madrit”. http://www.vozbcn.com/2012/01/02/98050/apellidos-comunes-catalunya-2010/, http://www.idescat.cat/pub/?id=aec&n=948&lang=es

Una patria que no recuerda y que felizmente el resto de españoles ha olvidado, lo que sucedía en la estación de Francia barcelonesa cuando la Guardia Civil obligaba al excedente de mano de obra a retornar a su origen, dentro de su misma patria. Era la Guardia civil pero la orden venía de esa burguesía implantada y bienestante.  Las órdenes que dicta la miseria siempre están por encima de los Derechos del hombre y del ciudadano. Por supuesto esta es una afirmación empírica pero los hechos siempre están por encima de la teoría, es un error garrafal ignorarlo. A modo de ejemplo puede establecerse como órdenes basadas en la extrema necesidad e incluso en la legítima defensa pero ello no implica que no se tenga en cuenta la indignidad que significa que el pobre de la maleta de cartón y cuerda sea obligado a “ser repatriado” en su propia patria porque un trozo de su patria tiene que ser protegida de la invasión miserable o en lenguaje actual de la invasión por motivos económicos. Ese trozo tiene el deber de reflexionar sobre el origen de su bienestar actual y balancear si le conviene cortar ese cordón umbilical.

Una patria que sobre la certeza de su bienestar actual se cree basándose en conjeturas fabulosas futuras que además han sido rebatidas una y otra vez por voces no interesadas, independientes es algo muy similar al timo de la estampita o al toco mocho Le ruego que si lee esto alguna vez mire su persona en que personaje se siente representado en tales timos porque todos tienen una parte oscura y reprobable.

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